viernes, 17 de febrero de 2017

Nocturnal Animals: atravesando el infierno con la escritura


Por @Joaquin_Pereira

Los escritores comenzamos nuestro camino de creación confiando en que nuestra vocación es un barco fuerte que nos llevará siempre a buen puerto. No nos asustan las críticas mordaces de nuestros colegas, de hecho nos entusiasman. 
Pero la tormenta surge dentro del barco, en nuestro camarote, en quienes amamos, y no sabemos entonces hacia dónde dirigirnos. Si nos aferramos a los restos del navío de seguro sucumbiremos a la locura. 
Sólo queda una acción: saltar al mar -¿al mal?- y confiar en nuestros músculos para no ahogarnos. Sólo nos queda confiar en nuestra escritura.
Eso le ocurre a Tony Hastings, interpretado por Jake Gyllenhaal, en Nocturnal Animals (2016). La fuerza de la venganza fue el combustible que lo mantuvo a flote luego que Susan Morrow, encarnada por Amy Adams,  lo dejara devastado no sólo en su ego de escritor sino ante la confianza en el valor de la vida. 
Esta es la segunda película protagonizada por Adams donde he escuchado a los asistentes pedir que le devuelvan la entrada porque no entendieron el final, mientras que yo sonrío al reconciliarme con el séptimo arte luego de consumir tanto cliché refrito. La anterior fue Arrival (2016), una aparente historia sobre extraterrestres que en realidad trata sobre el lenguaje: amé saber que el portugués se originó en Galicia y era considerado una obra de arte.
Pero volviendo a Nocturnal Animals, creo que la cinta dirigida por Tom Ford es una metáfora de la inocencia como oxígeno que hace respirable un mundo terrible.  Si se subestima terminamos atrapados en un aparente éxito pero sin sentido. 
Inevitablemente en ocasiones vivimos experiencias devastadoras que nos hacen pensar en desechar la inocencia de escribir con el corazón. Nada más equivocado: cuando todo a nuestro alrededor sucumbe en la oscuridad, cuando nos sentimos abandonados e incomprendidos, la escritura está allí, inocente, dispuesta a rescatarnos. Siempre. 
“Sólo tu obra te salva”, les repito hasta el cansancio a los participantes de mi taller de escritura. Y no es una frase edulcorada. Ha sido una comprobación que me ha ayudado a sobrevivir a los fantasmas de la muerte, el abandono y el desamor. 
Aunque este año la academia haya olvidado nuevamente a Gyllenhaal y a Adams, compensa el acierto de nominar a Michael Shannon como actor de reparto en Nocturnal Animals. Bobby Andes, el personaje que interpreta Shannon, es uno de esos que todo escritor desearía construir: humano al atravesar los múltiples matices de grises que existen entre el bien y el mal.
Dejemos de esperar el reconocimiento, dejemos de esperar la aprobación de los demás. Confiemos en ser los escritores esos animales nocturnos que de tanto oficio alguna vez nos salga algún Bobby Andes de entre tanto tachones y borradores. Quizás. 

2 comentarios:

  1. Excelente crítica Joaquin. Y el final de la película es brillante

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Logras que las películas que me recomiendas se instalen en mi mente varios días haciéndome preguntas. ¿Puedes hacerlo el resto de mi vida Ale? ;)

      Eliminar