miércoles, 2 de marzo de 2016

El Oscar premió la resiliencia en 2016





La mayoría de las películas nominadas y premiadas en el Óscar 2016 tiene un elemento en común: la resiliencia. Esa palabra esquiva que parece el híbrido entre resistencia y flexibilidad pareciera ser la última carta a usar en momentos turbulentos y ha venido permeando los diversos espacios sociales: ha pasado de la órbita personal y familiar a formar parte de las estrategias gerenciales de las organizaciones y empresas.
Un oso, un cuarto, un desierto pos apocalíptico, un silencio del poder religioso, una familia castradora,… todos estos ejercieron una agresión psicológica extrema a los protagonistas de las historias que conmovieron a la La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos para la entrega de su estatuilla dorada en su edición 88.
Se entiende por resiliencia la capacidad de los seres vivos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas llegando a salir fortalecidos luego de la experiencia.
Así fue como vimos a un barbudo Leonardo Di Caprio sobrevivir al ataque de un oso en The revenant (2015) para llevarse su añorado Oscar como mejor actor, luego de una intensa campaña vía redes sociales que lo aclamaban con una avalancha de tuits y post.
Por su parte, Brie Larson tuvo que escapar de un cautiverio de 7 años en un pequeño cuarto en Room (2015) para alzarse con la estatuilla por mejor actriz.
Si había que premiar a la resistencia del ser humano frente a la adversidad, es justo que quien se llevara la mayor cantidad de premios -6 estatuillas doradas- fuera precisamente la cinta que presentara la mayor desolación posible:  Mad Max: Fury Road (2015).
Para culminar la noche más esperada de la meca del cine, el premio a mejor película fue para una historia que muestra la tenacidad de un grupo de periodistas que nadando contra la corriente sacan a la luz el lado oscuro de la iglesia católica referente a los casos de pederastia que escondía bajo sus sotanas: Spotlight (2015).

Pero no quería terminar este breve listado de películas que tratan sobre la resiliencia sin dejar de mencionar a Joy (2015), protagonizada por Jennifer Lawrence, cuyo trabajo le valió la nominación como mejor actriz, y en la que también trabaja el venezolano Édgar Ramírez.
En la historia hay una escena que me llamó mucho la atención. En ella se observa a la protagonista leyéndole un libro a su hija, el cual trata el tema de las cigarras que según el mismo pueden estar en estado de latencia por 17 años para luego retomar su vida sin inconvenientes. Esa cifra le parecía extraña al personaje por no ser un número comúnmente relacionados con ciclos -5, 7 o 10- y coincidía con los años que habían trascurrido en la vida de Joy desde que abandonó sus sueños para mantener a su familia.
Digo que la escena me llamó la atención porque precisamente Venezuela ha pasado 17 años como esas cigarras que se mencionan en la película, dormida en su potencial dentro de lo que se ha autodenominado Socialismo del siglo XXI.
Como Joy Venezuela es atacada por diversas fuerzas que apuestan por su debacle. Estoy seguro que como la protagonista de la película los venezolanos despertarán en el último momento frente al abismo y retomarán la senda de un futuro glorioso al cual están destinados.
La clave nos la da Joy: nunca darse por vencidos y en estar conscientes de la debilidad moral de quienes momentáneamente nos controlan. Conciencia es poder.
Hay un diálogo muy significativo en la película entre Robert De Niro y Jennifer Lawrence donde se observa el terrible poder que tienen las palabras para intentar quebrar las alas de una persona: El padre de Joy –De Niro- menciona al grupo familiar tras un revés de la chica que el problema fue haberla dejado pensar que podría llegar a ser alguien importante algún día, se recriminaba no haberla hecho despertar a tiempo aceptando su mediocridad. 
Hay que tener mucho cuidado con los metamensajes que recibimos de nuestro entorno pues podrían herirnos de muerte en nuestros más queridos proyectos. La clave para evitar sus dardos envenenados es una combinación entre auto estima y terquedad para persistir en la realización de nuestros sueños. Podemos pensar lo que queramos: somos libres.
La resiliencia cuando se practica es el mejor premio que podamos recibir pues quien lo otorga es la persona más importante del mundo para nuestras vidas, nosotros mismos. No hay gratificación mayor que saberse capaz de superar cualquier adversidad.