martes, 10 de octubre de 2017

The Monster: lo que no te mata te fortalece


Por @Joaquin_Pereira

Cuando era niño en el colegio había una frase que repetíamos mucho cada vez que se nos caía un caramelo al suelo: lo que no te mata te fortalece. Lo tomábamos, le quitábamos el polvo y nos lo comíamos.

Al crecer olvidamos la simpleza como resolvíamos los problemas en la infancia y tendemos a regodearnos en el sufrimiento, preguntándonos por qué a nosotros.

En la película The Monster (2016), escrita y dirigida por Bryan Bertino, una niña tiene que lidiar con el alcoholismo de su madre. Cuando una vuelta del destino se le presenta un monstruo aterrador esta pequeña niña no duda en prenderle fuego a su agresor para al salir del bosque afirmar “ya no tengo miedo”. 

Con la perspectiva panorámica del tiempo uno podría entender que el hecho desagradable de tener que convivir con una madre conflictiva fue la forma que escogió el alma de esa niña para fortalecerse pues tendría que enfrentar retos mayores a lo largo de la vida.

Es común por ejemplo entre los miembros de la comunidad judía en bendecir todo lo que les ocurre, tanto lo bueno como lo aparentemente malo pues tienen la fe de que todo lo que les ocurre es voluntad de Dios y que a la larga significará para la evolución de su alma, aunque en el momento no sepan comprenderlo.

Preguntarnos para qué nos suceden las cosas en vez de por qué, nos saca del papel de víctima y nos reconduce a la salida el túnel oscuro por el que estemos atravesando.

Un ejemplo. Cuando era niño me costaba mucho contestarles a mis agresores, sean estos un compañero de clases abusivo o un cuñado nefasto. Literalmente me quedaba sin habla y temblaba cuando estaba bravo. 

La vida cada vez me puso pruebas más complejas para que trascendiera mis miedos. Finalmente llego a estudiar periodismo y termino confrontando hasta ministros del gobierno en ruedas de prensa sin titubear. Pero nunca hubiera podido hacerlo sin haber enfrentado a todos los monstruos que la vida puso en mi camino antes. 

Con la ventaja que trae el tiempo uno puede incluso agradecer a una persona que nos trató mal en vez de perdonarla pues al hacer inventario nos damos cuenta que ella nos impulsó a salir de nuestra zona de confort lo que a la larga nos significó un raudal de bendiciones.

En definitiva, si estás atravesando por una experiencia aparentemente negativa confía que la vida no te da más de lo que puedas soportar. Los pequeños retos que superemos nos permiten plantarles cara a los grandes monstruos que inevitablemente surjan en nuestro camino.  

Somos mucho más fuertes y capaces de lo que nos creemos. Basta con recordar ese caramelo que de niño se nos cayó al suelo: lo que no te mata te fortalece.

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