miércoles, 8 de agosto de 2018

Daphne: Entre el sexo y el amor




En los primeros 100 días de mi exilio en Madrid -digiriendo el impacto de pasar de un país donde nada funciona y todo escasea a uno donde todo fluye y hay abundancia de opciones- me he cuestionado sobre lo qué es lo verdaderamente valioso y trascendente.  

Confieso que por momentos me he sentido como la protagonista de la película Daphne, del director Peter Mackie Burns (Reino Unido, 2017), haciéndome preguntas como ¿vale la pena vivir?, ¿hay algo allá de la muerte?, ¿puede haber amor más allá del sexo?

En una de las escenas la chica es testigo de una agresión contra el dependiente de una farmacia. Mientras se desangraba lo único que repetía el hombre agredido era que quería tener cerca la foto de su familia. Para él sus hijos y esposa constituían lo más importante en su vida.

Por otro lado la vemos también conversando con su jefe sobre la existencia o no del amor. Éste le contesta que cada quien busca como satisfacer sus carencias, puedes tener una pareja y buscar sexo con otras personas, le dice. 

¿Lugar o no-lugar? Esa es la cuestión. Una foto significando todo para un moribundo y el sexo como algo tan intrascendente como fumarse un cigarro y botar la colilla. ¿Cómo conciliar ambos extremos?

Si seguimos colocando el foco de nuestra atención en lo que el mundo o la sociedad nos ofrece continuaremos tan perdidos como Daphne, ahogando nuestra incertidumbre en el alcohol y buscando en el placer del sexo sin amor una distracción momentánea.

Lo que me ha hecho no perderme en este laberinto de seres desolados y atemorizados es detenerme y recordar qué es verdaderamente valioso para mí. Yo lo llamo mi “Tao”. Consiste en una lista muy corta que incluye lo que amo verdaderamente y la obra que quiero dejarle al mundo. 

Siguen los cantos de sirena y las luces deslumbrándome en esta ciudad que se parece a un desfile interminable de maniquíes sin corazón, pero yo conservo en el bolsillo de mi camisa, del lado del corazón, una pequeña botellita de vidrio que asocio con mi “Tao”. Cada vez que me siento perdido tomo esa pequeña botellita entre mis manos y recuerdo por qué vale el esfuerzo vivir y cuál es mi lugar trascendente. 

El amor existe Daphne, si sólo dejaras de emborracharte y de follar con cualquiera podrías encontrarlo, comenzando con el reflejo de tu espejo por la mañana. Yo lo intento. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario