sábado, 11 de marzo de 2017

Jackie: administrando la mentira




@Joaquin_Pereira

¿Hasta qué punto la bala que mató a JFK terminó liberando a Jackie Kennedy? Eso fue lo que me pregunté al ver la cinta de Pablo Larraín, protagonizada por Natalie Portman, titulada precisamente Jackie(2016). 
A veces necesitamos de un hecho devastador para que se deshaga de todo lo que no vibra con nosotros y que por miedo a soltar nos aferramos. 
Hace un tiempo un familiar me dijo sobre un conocido común que se había hecho experto en “administrar la mentira”, es decir, tenía una serie de máscaras que iba usando durante el día e iba cambiando con cada persona que se topaba. 
A mí casi se me baja la tensión cuando escuche eso. Imaginé lo terrible que debería ser para esa persona llegar a su casa, tomar una ducha y acostarse sin saber quién era en realidad.  
Ver a Jackie Kennedy recorrer sola la casa Blanca, cambiándose los trajes, despidiéndose de quién era hasta entonces me conmovió. ¿Hasta qué punto nos identificamos con nuestros roles y estatus social? Somos mucho más de lo que creemos ser.
Tenemos una serie de excusas para justificar que nuestra vida no funciona y no reconocemos que mucho de esto se debe al estilo de vida que nos niega pero que ante la galería nos hace aceptables socialmente. 
Tenemos un carro, una casa, un título, una corbata,… nos rodeamos de cosas como si de un lago de cocodrilos se tratara para que no osen entrar en nuestro castillo. Para que nos miren de lejos y así evitar que vean quienes somos realmente.
Algunas veces será una bala, otras será una enfermedad pero otras será el amor el que batalle con nuestros dragones y venza nuestros muros. Ese día estaremos desnudos, asustados pero gratificantemente vivos. 
No esperemos que un hecho externo nos sacuda para reencontrarnos. Podemos poco a poco aflojar el nudo de nuestra corbata para respirar mejor, subirnos al ascensor hacia el próximo nivel, mostrar nuestros talentos,…  Podemos soltar las máscaras y mostrarnos tal cual somos. Algunas personas se nos caerán, está bien, es síntoma de que vamos por buen camino.
La vida no es un ensayo de una obra de teatro. La vida se hizo para comer aquí y ahora, no para llevar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario