lunes, 11 de septiembre de 2017

What happened to Monday?: La rebelión de lo que somos




Por @Joaquin_Pereira

Debe ser que debo tener algún grado en el espectro autista pero no me cabe en la cabeza cómo las personas van cambiando de máscaras de acuerdo a la situación que tiene enfrente. Yo en cambio tengo una sola cara y a tirar con ella en todos lados. 

La mayoría de las personas para encajar en la sociedad cambia su personalidad de acuerdo a quién tiene enfrente: actúa de una manera frente a su pareja, de otra forma con sus hijos, una más en su trabajo y diferente con sus amigos. 

Cuando finalmente se encuentran a solas -que para la mayoría es bajo la ducha o cuando caen agotados sobre su almohada- ya no saben quiénes son y entran en estado de angustia o pánico.

Les pasa de alguna forma como a las siete protagonistas de la película What happened to Monday? (2017), historia sobre una sociedad distópica escrita por Max Botkin y Kerry Williamson, y dirigida por Tommy Wirkola, con un casting de actores de lujo con los estupendos Noomi Rapace, Glenn Close, y Willem Dafoe.

En la cinta liberada por Netflix en agosto de 2017, siete hermanas tienen que compartir un mismo personaje para poder vivir en una sociedad que prohibía tener más de un solo hijo por pareja. Finalmente sus individualidades se revelan por mostrar su propio rostro al mundo.

Eso nos pasa a nosotros en las diversas crisis vitales que atravesamos. Es típico cuando las personas atraviesan la llamada crisis de los cuarenta o del “demonio del mediodía”. Ese momento de la vida en que nuestra verdadera personalidad se rebela y nos dice “WTF… ¿qué co… hemos hecho con nuestra vida?”.

Al intentar encajar en una pareja nos ocurre que nos abandonan. Al intentar conservar un empleo nos despiden. Al querer ser siempre exitosos nos pasa un bochorno incluso viral en esta época de redes sociales. ¿Por qué nos pasa eso?

Lo que ocurre es que la vida en su infinita sabiduría nos va tumbando las máscaras que usamos ante la sociedad para que nos demos cuenta que no necesitamos de ninguna de ellas para ser amados. Somos amor, son personas completas.

La paradoja está en que siendo más uno mismo los demás nos aprecian más, porque de alguna manera les recordamos que también ellas pueden ser auténticas.

¿Eres la misma persona todos los días de la semana? ¿El domingo entras en pánico y deseas que llegue pronto el lunes porque te aterroriza estar a solas contigo mismo? ¿Cuántas máscaras usas?

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